Es tan bonito el artículo, tan conmovedor, tan enternecedor y tan imparcial... Yo sinceramente lo calificaría de esperpéntico, de antidemocrático, falsario y propagandístico. Un delito es un delito. Uno que roba o que pega a otro es un criminal, por mucho que lo haga con amor y ternura.

La Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General establece claramente que nadie distinto a los candidatos puede hacer campaña electoral (a favor o en contra) a partir de la fecha de la convocatoria de las elecciones (sin perjuicio de lo establecido en el artículo 20 de la Constitución, es decir, que eso no es una vulneración de la libertad de expresión o de prensa). También establece que está prohibido difundir propaganda electoral o celebrar acto alguno de campaña electoral una vez ésta ha finalizado.

En concreto, celebrar manifestaciones frente a las sedes de un partido político, en la jornada de reflexión es un delito que puede acarrear penas de prisión y multas de varios miles de euros. El allanamiento de esas sedes y la coacción a los miembros de un partido (como así ocurrió) es un delito penado con más severidad aún.

Independientemente de lo que establezca la ley, personalmente me parece que es un comportamiento profundamente antidemocrático, como profundamente antidemocrático es que tú, Cristobo, afirmes que no comprendas que haya gente que esté dispuesta a sacar la cara por el PP. ¿Sólo se puede ser del partido que te parezca bien a ti? La deslegitimación de una opción política democrática es un signo de autoritarismo claro.

Sinceramente, lo que opine Javier Ortiz a mí me resbala. ¿Qué datos contrastados, fruto de una investigación, tiene él, o cualquier otro periodista (especialmente los que se dedicaron a sacar artículos e informaciones difamatorias en la jornada de reflexión) para afirmar que el Gobierno mintió?

El Gobierno creía que había sido ETA y actuó en consecuencia informando a la prensa y a los medios de comunicación. Así ha quedado demostrado gracias a los papeles desclasificados. Si hubiera querido manipular hubiera ocultado hasta después de las elecciones los primeros hallazgos que apuntaban a Al-Qaeda, y no hubiera salido el Ministro del Interior hasta seis veces a dar explicaciones.

Lo que pasó en la jornada de reflexión fue, pura y simplemente, que miembros de algunos partidos organizaron un acto de campaña electoral, potenciado por la cadena SER y El País (que animaron a la gente a manifestarse ante las sedes del PP), y respaldado por los dirigentes del PSOE (que debieron haber desautorizado las concentraciones ilegales). Muy inteligente, todo hay que reconocerlo, puesto que si el PP ordenaba cargar a la policía contra las concentraciones ilegales (como debería haber ocurrido) le hubieran presentado como un partido fascista que reprime la libertad de reunión y expresión (qué importa la ley...), y si no lo hacía (como así hizo), se tragaba un acto de campaña electoral a 12 horas de las elecciones sin posibilidad alguna de contestación, y quedaban de manipuladores y mentirosos. Qué democrático.

Y simplemente decir: El que tenga pruebas de la supuesta manipulación que lo denuncie en comisaría. Porque si no no es más que una infamia destinada a desgastar al partido en el Gobierno, y el responsable acabará pagando una multa por afirmar extremos sin pruebas (como le va a ocurrir a Pedro Almodóvar).

Yo no soy militante del PP, ni me afilio a ningún partido político. Lo que sí tengo claro es que yo no voto a un partido como el PSOE de ahora, que utiliza cualquier forma de descontento popular como banderín de enganche para hacer política. Tanto decir durante la campaña que no se utilizara el terrorismo para hacer electoralismo (cosa que evidentemente perjudicaba al PSOE) y a doce horas de las elecciones utilizan de forma miserable el peor atentado de nuestra historia. Desde luego Zapatero es un hombre íntegro y de fuertes convicciones democrática (bueno... mientras no necesite ganar las elecciones o mantenerse en el poder).

Fernando