A mí me parece estupendo que la gente se manifieste por lo que le dé la gana. Es básico en una democracia. Pero hasta el derecho de manifestación tiene sus límites.

Ciertamente no me parece muy democrático que la gente se manifieste en la jornada de reflexión delante de las sedes de un partido político. Y menos que se ataque dichas sedes como ocurrió.

Por lo demás, coincido totalmente con Lonoma.

Fernando