(Rubén Ventureira | enviado especial)
La fuerza de la cultura ha rescatado del limbo peregrino un paraje leonés sito a cinco kilómetros de O Cebreiro. La Faba se llama, y los alemanes se han empeñado en darle proyección internacional. Gestionan el albergue, están restaurando la iglesia y promocionan sus encantos vía Internet (
www.LaFaba.de). «Han revitalizado la aldea», reconoce María Luisa González, alcaldesa de Vega de Valcarce, municipio al que pertenece este núcleo. Las mejoras tienen el sello y los euros de la Asociación Vltreia, presidida por el historiador Manfred Hartmann y entre cuyos mecenas sobresale Gerhard Raff, escritor y adicto al Camino. ¿Por qué los germanos han montado aquí una embajada? La Faba es citada en una canción popular alemana del siglo XV sobre la Ruta Jacobea. Hay música celestial en el origen del flechazo.
La asociación logró que el Obispado de Astorga le cediese la antigua casa del cura y habilitó en la vieja morada una posada muy cuca con capacidad para tres decenas de peregrinos. Cuando se llena, como ocurre en estas fechas, la aldea duplica su censo, pues sólo cuenta con treinta vecinos. En septiembre del 2001, los lugareños pudieron saludar al presidente de la Junta de Castilla y León y al de la Xunta, que acudieron a la inauguración del albergue. Frente al refugio se levanta una iglesia del siglo XVII convertida en ruinas por los terremotos que sacudieron la zona hace unos años. Con la ayuda económica del Obispado y de la Junta, Vltreia ha asumido su reforma, que concluirá el próximo mes.
Una leyenda narra que seis peregrinos germanos fueron enterrados bajo este templo. Quizá sus restos aparezcan durante la obra y alimenten aún más el fervor alemán por esta aldea fronteriza.