El presidente del Gobierno, José María Aznar, participará mañana en Sacramento, capital de California, en la firma del contrato por el que el Ministerio de Fomento, el GIF y Renfe se convierten en los asesores de la definición de las especificaciones técnicas y financieras de la nueva línea de alta velocidad que unirá de norte a sur el Estado de California. La infraestructura tendrá 1.120 kilómetros de longitud y un coste de 25.000 millones de dólares.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, presidirá mañana en Sacramento el acto de la firma del contrato por el que el Ministerio de Fomento y las empresas Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) y Renfe se convierten en los asesores del mayor proyecto de infraestructuras de tren que se encuentra en marcha en Estados Unidos en estos momentos.

El programa High-speed train system for California arrancó en junio del año 2000 con el diseño de una línea ferroviaria de altas prestaciones. El trazado inicial se ha previsto con 1.120 kilómetros de longitud, que permitirán unir a velocidades punta de 320 kilómetros por hora las principales ciudades del Estado en el norte, San Francisco y Sacramento, con las populosas urbes del sur, Los Ángeles y San Diego, en menos de cuatro horas.

La figura central del acto que se celebra mañana en Sacramento será José María Aznar, quien estará acompañado por Gray Davis, gobernador de California. Sin embargo, la firma del contrato de asesoramiento por parte española será plasmada por el Secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, mientras que en representación del Ejecutivo local firmará la responsable de transportes.

En el texto del contrato se articula un acuerdo de colaboración por el que ambas partes se comprometen a 'intercambiar información' sobre su experiencia en la construcción de líneas de alta velocidad ferroviaria. Se reconoce la trayectoria española en este campo y en esta fase del lanzamiento del AVE de California se encomienda a Renfe, al GIF y a Fomento las tareas de asesoramiento en la definición de las especificaciones técnicas de la línea que serán plasmadas en los correspondientes concursos de adjudicación de obra. Además, las empresas y organismos españoles aportarán su experiencia en la financiación de un proyecto de esta envergadura.

En el texto del acuerdo se contempla la creación de un comité de coordinación en el que participarán técnicos estadounidenses y españoles de forma paritaria.

El coste total de la obra se evalúa -en un documento sobre el proyecto de la línea de alta velocidad elaborado por la High-Speed Rail Authority de California- en 25.000 millones de dólares, que deben desembolsarse en las próximas dos décadas.
Financiación

Fuentes de este departamento aseguraron que el Gobierno del Estado ha autorizado una emisión de bonos por una cuantía que oscilará entre 10.000 y 13.000 millones de dólares con el objetivo de conseguir recursos para la inmediata puesta en marcha del proyecto. Esta emisión debería estar colocada antes de que concluya el presente ejercicio.

Los técnicos españoles que han analizado el proyecto estiman que las obras de infraestructura a lo largo de los más de 1.000 kilómetros del trazado no presentan excesivas dificultades, ya que se trata de un territorio llano. Sólo existe una zona montañosa que exige la construcción de 44 kilómetros de túneles en la parte sur de la línea. Recomiendan, sin embargo, que la obra se inicie por el sur, donde existen ciudades más pobladas.
El buen oficio de un cónsul y un asesor

La firma del contrato de colaboración de la Administración y las empresas españolas con las autoridades del transporte de California comenzó a fraguarse en Madrid durante la celebración de la exposición Eurail Speed en el mes de octubre. El director ejecutivo del organismo que impulsa el AVE en California, Mehdi Morshed, quedó impresionado por la gestión de la línea del alta velocidad entre Madrid y Sevilla. Antes de volver a Estados Unidos, Morshed estableció contacto con el asesor de Renfe para el mercado norteamericano, Manuel Díaz del Río, y una vez en California se produjeron distintas gestiones en las que también intervino el cónsul español Camilo Barcia.La buena impresión que Morshed se llevó de la explotación del AVE de Sevilla se ha unido durante estos meses a una coyuntura política en la que el Gobierno español se ha convertido en el mejor aliado del Ejecutivo de Washington, en detrimento de otros países europeos que cuentan con experiencia en alta velocidad ferroviaria: Alemania y Francia.